Cómo fotógrafos/as, uno de nuestros principales objetivos debe ser conocer todas las técnicas y dominarlas. Esto nos permitirá tomar decisiones inteligentes a la hora de fotear y así elegir la que más nos convenga en cada una de las situaciones que se nos pueden presentar. La técnica de “larga exposición” es muy sencilla de aplicar pero hay algunas cosas que debes saber. Especialmente debemos entender cuándo y por qué utilizarla.
A continuación te contamos lo más importante sobre esta técnica fotográfica.
¿Qué es larga exposición en fotografía?
Es uno de los recursos que tenemos cómo fotógrafos/as. Cuando hablamos de larga exposición nos referimos al uso que se le puede dar a la velocidad de obturación de la cámara a fin de manipular la luz a nuestro favor. Una exposición prolongada es aquella que requiere de una velocidad de obturación de 1 segundo o más (2 segundos, 5 segundos, o incluso más, dependiendo de las posibilidades de la cámara).
¿Qué es la velocidad de obturación?
El obturador de la cámara es un elemento mecánico que permite e impide el paso de la luz hacia el sensor. La velocidad de obturación, como su nombre lo indica, refiere al tiempo que se tarda el obturador en cerrarse al realizar un disparo. Esto significa que cuando tenemos una velocidad de obturación rápida, en ese tiempo ingresará poca luz a la cámara, ya que esta se va a abrir y cerrar rápidamente. Por el contrario, con una velocidad de obturación lenta va a ingresar más cantidad de luz en la cámara o, en otras palabras, será mayor el tiempo de exposición.
¿Cómo hacer una larga exposición en fotografía?
Para realizar una fotografía con esta técnica es necesario dejar el obturador abierto un poco más de tiempo que el habitual. Una larga exposición requiere de una velocidad de 1” (un segundo) en adelante. Para que la fotografía no salga sobreexpuesta hay que hacer uso del triángulo de exposición, el cuál nos indica que debemos balancear los valores para obtener una correcta exposición (apertura de diafragma, ISO y velocidad de obturación).
¿Para qué sirve una larga exposición?
Al contrario de las velocidades altas, una larga exposición no tiene la capacidad para congelar la luz que se encuentra en movimiento. Mientras una velocidad de obturación rápida puede permitir captar una gota de agua que va cayendo o un deportista que corre a alta velocidad, una velocidad de obturación lenta generará el efecto contrario.
Una larga exposición nos permite captar toda la luz emitida durante esos segundos y por lo tanto también todo el movimiento.
¿Cuándo usar larga exposición en fotografía?
Usaremos esta técnica cuando nuestra intención no sea congelar el movimiento. Si queremos captar un amplio rango de movimientos a lo largo de 1 segundo o más, vamos a recurrir a una larga exposición a través de una velocidad de obturación lenta.
Esta técnica será útil si queremos:
- Hacer fotos nocturnas, mostrando por ejemplo el movimiento de las luces de los autos
- Hacer fotografías de estrellas, mostrando su recorrido durante la noche
- Realizar el “efecto seda” en caídas de agua.
- Mostrar un mismo sujeto en diferentes posiciones.
Conclusiones
El uso de la larga exposición es una de las posibilidades técnicas de la cámara. Se requerirá del ojo y de la intención del fotógrafo/a para saber si es la técnica adecuada para ese tipo de foto y situación de luz puntual.